jueves, 20 de septiembre de 2018

Sanar la mente tras una gran pérdida. Estrategias para abordar el duelo junto a niños o personas con (dis)capacidad.

Sanar la mente tras una gran pérdida. Estrategias para abordar el duelo junto a niños o personas con (dis)capacidad.




Podemos ver la muerte como una parte natural de la vida pero aún así la pérdida de un ser querido puede dar lugar a largos períodos de tristeza y depresión. Solo el paso del tiempo permite a la mayoría de las personas recuperarse del duelo si pueden contar con apoyo de su entorno. 



El duelo es la reacción natural que vive todo ser humano ante la perdida de un objeto, persona o evento significativo. Esta reacción se manifiesta principalmente en sentimientos de tristeza, dolor, enojo, confusión etc, y alteraciones en la conducta como la falta de apetito, de sueño y pocas de ganas de mantener hábitos de higiene o aseo personal, entre otras. Al duelo al que aquí nos referimos hoy es al de la pérdida de un ser querido (o incluso de una mascota), al posterior al fallecimiento de alguien o a la desaparición de un animal de compañía que haya sido fuente de afecto y compañía para alguna persona y lo abordamos teniendo en cuenta que todo el proceso para superar la pérdida se complica cuando quién tiene que superar el duelo es una persona con discapacidad intelectual o psíquica, o con un trastorno del espectro autista severo. Los familiares que, recordemos, también están en duelo, no pueden hacer entender a esa persona que un ser querido ha muerto, que no va a volver o que no le verá más. Dicha persona no es consciente de lo que es la muerte y su mente normalmente no es capaz de entender el concepto así que la transición, la superación de la etapa de duelo, no suele ser posible para estas personas sin la colaboración de los miembros de la familia, sus terapeutas y psicólogos, sus educadores y, en fin, todos cuantos participan en la cotidianidad de quien tiene la (dis)capacidad. 


"Desconozco si existen materiales sobre esto, dirigidos a personas con autismo o con problemas de comprensión en general. Siempre estamos pensando en enseñarles a nuestros hijos conceptos diferentes sobre la vida, pero a fin y al cabo la muerte es una parte más de la vida y supongo que aquellos niños o adultos con autismo que sean capaces de darse cuenta que alguien en sus vidas desaparece, querrán saber por qué lo han hecho." Eva Reduello en En mi familia hay autismo y algo más. 
   Existen multitud de cuentos para explicar la muerte a los niños pero encontrar material específicamente pensado para explicarlo a personas con trastornos autísticos severos o gran discapacidad intelectual ya es más complicado. "La muerte sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad y los adultos solemos tener pocos recursos para afrontar la pérdida que nos deja. Tenemos aún menos recursos cuando debemos ayudar a otros a afrontarla, sobre todo si estos otros son niños. No sólo eso, sino que ante preguntas del tipo "mamá, ¿te vas a morir?", "papá, ¿qué pasa cuando morimos?", o similares, nos vemos desarmados, sin saber bien qué decir, nos agobiamos y a veces acabamos dando respuestas poco sinceras o poco realistas. Esto lejos de ayudar a los niños, les causa mayor desconcierto e inseguridad. Si además lo aderezamos con su gran capacidad de imaginación, la mezcla puede ser explosiva y llegar a angustiarles mucho." Club de peques lectores
   Por mucho que queramos protegerles y evitarles sufrimiento llegará el día que deberán enfrentarse a alguna pérdida y será mejor que lo hagan con los recursos necesarios y el conocimiento adecuado para superarlo con más éxito. AQUÍ puede encontrar, por si le fueran útiles, 15 cuentos infantiles gratuitos para explicar la muerte a los niños. 
   Siempre hay que decir la verdad, es la recomendación de los especialistas ante la situación de una pérdida, especialmente si la persona que falleció mantuvo un vínculo sentimental con un menor o una persona con discapacidad. La desaparición de un abuelo, un padre, un hermano, una mascota o un amiguito de la escuela afecta a cada persona de forma distinta y es recomendable:
   - Comunica la noticia a tiempo: evite postergar más de la cuenta.
   - No haga promesas que no va a poder cumplir: no intente inventar una historia para justificar la ausencia de un ser querido ya que es mejor encarar la situación.
   - Comunique la noticia con brevedad, usando palabras sencillas y de manera directa.
   - Utilice recursos pedagógicos y/o soporte didáctico que le ayude a explicar la muerte desde el contexto de una historia de ficción.


   Aceptar la muerte de alguien cercano puede tomar desde meses hasta un año para cualquier persona. Algunos lidian con el duelo por más tiempo y podrían pasar por lo que se conoce como duelo complicado: son a quienes más les podría beneficiar la ayuda de un profesional de salud mental como un psicólogo especializado en el duelo. No hay una duración normal de duelo y si, además, ha tenido una relación difícil con la persona fallecida se puede añadir otra dimensión más al proceso ya que probablemente necesite reflexionar antes de lograr mirar la relación con nuevos ojos y acostumbrarse a la pérdida. Los psicólogos reciben formación que les permite ayudar a las personas a manejar de forma más productiva el temor, el sentimiento de culpa o la ansiedad que puede venir como resultado de la muerte de algún ser querido fueran las que fueran las circunstancias de la relación. Si usted necesita ayuda para manejar la pérdida de alguien cercano consulte con un psicólogo u otro profesional de salud mental cualificado, porque, el apoyo de un psicólogo, le podría ayudar a desarrollar resiliencia y a buscar estrategias para superar la tristeza. Los psicólogos usan una variedad de tratamientos con base empírica para ayudar a las personas a mejorar sus vidas.
   Si tomamos en cuenta que la mayoría de nosotros puede superar la pérdida y continuar con nuestras vidas nos damos cuenta de que los seres humanos, por naturaleza, tenemos una gran capacidad de resiliencia pero, durante el duelo, muchas personas se sienten incapaces de llevar a cabo sus actividades cotidianas. Un aspecto muy importante, que marca una diferencia para la resolución del duelo, es aceptar las emociones, que nos demos la oportunidad de aceptar que somos seres humanos y tenemos emociones y que nos concedamos un tiempo para vivirlas sin tabús, miedos, vergüenza, creencias u orgullo. 
   Muchos pensamos que cuando se muere un ser querido estamos tristes por la pérdida pero también puede suceder por otras razones. Aunque suene políticamente incorrecto el hecho de que el ser que falleció era su padre o madre, era suesposa o esposo, era su hijo, hija o su amigo... es a usted a quien agrede y, por egoísmo (natural en todos los seres humanos), puede pensar que a quien no le pidieron permiso es a usted y es a usted, también, a quien dejaron solo. Esta sensación se suma a todas las otras que produce la pérdida. Es curioso que la Fe, al igual que los patrones mentales, es una herramienta útil para salir adelante, un motor que ayuda a superar el trance a las personas creyentes. Otras cosas que ayudan son, por ejemplo, participar en ritos relacionados con lo que llamamos "despedirse del ser querido" (por ejemplo asistir a su velatorio, ir a su funeral o estar presente en su entierro, incineración...)



«Dejen de mentirle a la gente rota que todos sabemos que a nadie deja de sangrarle la herida por poner las patas en el agua y acariciar al perro mientras se les agradece la existencia a las tostadas que comemos todas las mañanas (...) La gente rota guarda pedazos de vida que necesita sanar. Necesitan abrazos que se acomoden como mantas capaces de apretarles bien los cuerpos hasta que dejen de supurar (...) Es que la vida a veces duele. Duele. La pérdidas, los desengaños, los desencuentros, los abandonos, las decepciones, los sueños frustrados, las promesas incumplidas... Duele. Todo eso duele. Entonces, antes de meter las patas en el agua y sacarse una selfie acariciando al perro, tienen que sanar y para sanar hay que saber frenar, mirar lo que nos sacudió el cuerpo y el bocho y frenar. Frenar para ver, para entender, para reconstruir y también muchas veces para terminar de destruirLorena Pronsky


A las personas que están pasando por el duelo podrían resultarles útiles algunas estrategias recomendadas por la American Psychological Association (APA) para lidiar con su pérdida:
   - Hable sobre la muerte de su ser querido con amigos y colegas para poder comprender qué ha sucedido y recordar a su amigo o familiar. Negarse que ocurrió la muerte lleva al aislamiento fácilmente y puede a la vez frustrar a las personas que forman su red de apoyo.
   - Acepte sus sentimientos. Después de la muerte de alguien cercano se puede experimentar todo tipo de emociones. Es normal sentir tristeza, rabia, frustración y hasta agotamiento
   -.Cuídese a usted y a su familia. Se le recomienda comer bien, hacer ejercicio y descansar ya que le ayudará a superar cada día y a seguir adelante.
   - Ayude a otras personas que también lidian con la pérdida. Al ayudar a los demás se sentirá mejor usted también. 
   - Rememore y celebre la vida de su ser querido. Puede hacer cosas como entregar un donativo a la entidad benéfica predilecta del difunto, enmarcar fotos de momentos felices que vivieron juntos o plantar un jardín en su memoria. 
   Otras recomendaciones que pueden serle útiles tras una pérdida serían expresar las emociones, aunque tal vez resulte difícil llorar al principio; participar en los ritos (acudir al funeral, entierro, misas, sin importar su religión o creencias ya que esto la ayudará a asimilar que su ser querido ha fallecido); mantenerse ocupado ya que al principio mucha gente te acompaña pero debes conseguir espacios y momentos para que vivir la ausencia del ser querido cuando ya no tengas tanta compañía y apoyo; ayuda también solicitar ayuda profesional (recuerde que la ayuda de un psicólogo va más allá de la orientación ya que existen técnicas de psicoterapia que ayudan mucho al proceso de duelo); retire poco a poco los objetos personales de la persona perdida para poder asimilar su ausencia. Conviene hablar mucho del la persona perdida, dormir mucho y bien (sueño de calidad) y aprender de la situación. Es decir, si el difunto falleció por cáncer cuídate, si fue accidente de tráfico conduce con precaución... aprende de ello.

 https://www.mundoasperger.com/2018/06/sanar-la-mente-tras-una-gran-perdida.html