CINCO SITUACIONES POR LAS CUALES NUNCA TE MIRARÉ A LOS OJOS.
Con el paso del tiempo he aprendido a mirar a las personas a los
ojos (o al menos dar la impresión de que así es), de hecho hay veces en
las que pienso que hago un excesivo contacto visual, aunque por lo
general me digan lo contrario, he conocido a personas que su mirada
simplemente me atrapa y me envuelve como un imán (no en el sentido
romántico de la situación), como si estuviera poseído y de repente no
tuviera control alguno para retirar la mirada de ahí.
Sin embargo hay ciertas situaciones en las cuales por ninguna razón (aunque se me lo ordene), podré mirar directamente a los ojos de otra persona. Aquí explicaré las cinco situaciones más frecuentes y explicaré clara y concretamente el porqué de cada una, así que nunca te miraré a los ojos:
1. CUANDO ESTOY EN UNA FIESTA: Simplemente no me pidan contacto visual en ese tipo de ambientes, créanme, jamás va a suceder (al menos no mientras esté sobrio), simplemente hay demasiado que procesar, hay muchas cosas sucediendo al mismo tiempo, demasiadas luces, demasiado ruido, demasiado bullicio, demasiados olores, demasiadas personas, demasiado TODO, la única manera en la que he sido en mayor o menor medida capaz de hacer contacto ocular en una fiesta es después de haberme tomado media botella de tequila, el problema es que mis ojos se ponen demasiado rojos y doy la apariencia de estar drogado, por ende los demás son los que terminan evitando hacer contacto ocular conmigo y lo entiendo perfectamente, yo también haría lo mismo.
2. CUANDO ESTOY CONCENTRADO HACIENDO ALGO: La cosa es simple, yo solamente puedo procesar una cosa a la vez, no todas al mismo tiempo, por lo que el obligarme a hacer contacto ocular cuando alguien se acerca a mí para preguntarme algo, lejos de ayudar empeorará las cosas, cuando estoy muy concentrado en lo que estoy haciendo el mundo deja de existir para mí, en ese preciso momento vivo y existo para esa cuestión en específico que estoy haciendo, lo mejor es que cuando estoy concentrado haciendo lo que sea que esté haciendo nadie se me acerque hasta que termine por desocuparme, así atenderé mejor y daré las respuestas que necesites.
3. CUANDO ESTOY CANSADO: Mi cerebro tuvo suficiente y necesito dispersar la atención para no volverme loco, lo que menos quiero hacer, es fijarme si estoy mirando a los ojos o no.
4. CUANDO TE ENCUENTRO EXTREMADAMENTE ATRACTIVO/A: No soy ningún robot y el dirigirme o que una persona altamente atractiva se dirija hacia mí y me aborde, me abruma, siento que el corazón me late como un martillo, me confundo, no sé qué decir, al final del día soy humano como todos y también me arruina un poco presenciar la existencia de personas muy atractivas en vivo y a todo color, más cuando esas personas se dirigen hacia mí, estoy tan abrumado por su presencia, que encuentro prácticamente imposible mirar a esas personas directamente a los ojos.
5. CUANDO ESTOY MUY ENOJADO O MOLESTO CONTIGO: La ira es tan fuerte que siento que se va a desbordar, por lo que me es prácticamente imposible mirarte a los ojos, estoy tan enojado que siento que mirarte a los ojos me va a hacer explotar y decir cosas de las cuales me arrepentiré después, el mirarte a los ojos cuando estoy enojado o molesto es el equivalente a accionar el gatillo de una pistola, las balas salen en forma de palabras hirientes que se incrustan como filamentos, el control de mi cuerpo se pierde y aunque no soy físicamente violento, puedo llegar a serlo cuando se me obliga a mirar a los ojos bajo esa situación, es el equivalente a dejar salir el monstruo dentro de mí y esa parte no es nada pero nada agradable, luego me termino arrepintiendo y la culpa me invade, pues no me gusta lastimar a los demás, inclusive cuando los demás me lastimen a mí.
https://migueliglesias1992.wordpress.com/2015/07/13/43-cinco-situaciones-por-las-cuales-nunca-te-mirare-a-los-ojos/
Sin embargo hay ciertas situaciones en las cuales por ninguna razón (aunque se me lo ordene), podré mirar directamente a los ojos de otra persona. Aquí explicaré las cinco situaciones más frecuentes y explicaré clara y concretamente el porqué de cada una, así que nunca te miraré a los ojos:
1. CUANDO ESTOY EN UNA FIESTA: Simplemente no me pidan contacto visual en ese tipo de ambientes, créanme, jamás va a suceder (al menos no mientras esté sobrio), simplemente hay demasiado que procesar, hay muchas cosas sucediendo al mismo tiempo, demasiadas luces, demasiado ruido, demasiado bullicio, demasiados olores, demasiadas personas, demasiado TODO, la única manera en la que he sido en mayor o menor medida capaz de hacer contacto ocular en una fiesta es después de haberme tomado media botella de tequila, el problema es que mis ojos se ponen demasiado rojos y doy la apariencia de estar drogado, por ende los demás son los que terminan evitando hacer contacto ocular conmigo y lo entiendo perfectamente, yo también haría lo mismo.
2. CUANDO ESTOY CONCENTRADO HACIENDO ALGO: La cosa es simple, yo solamente puedo procesar una cosa a la vez, no todas al mismo tiempo, por lo que el obligarme a hacer contacto ocular cuando alguien se acerca a mí para preguntarme algo, lejos de ayudar empeorará las cosas, cuando estoy muy concentrado en lo que estoy haciendo el mundo deja de existir para mí, en ese preciso momento vivo y existo para esa cuestión en específico que estoy haciendo, lo mejor es que cuando estoy concentrado haciendo lo que sea que esté haciendo nadie se me acerque hasta que termine por desocuparme, así atenderé mejor y daré las respuestas que necesites.
3. CUANDO ESTOY CANSADO: Mi cerebro tuvo suficiente y necesito dispersar la atención para no volverme loco, lo que menos quiero hacer, es fijarme si estoy mirando a los ojos o no.
4. CUANDO TE ENCUENTRO EXTREMADAMENTE ATRACTIVO/A: No soy ningún robot y el dirigirme o que una persona altamente atractiva se dirija hacia mí y me aborde, me abruma, siento que el corazón me late como un martillo, me confundo, no sé qué decir, al final del día soy humano como todos y también me arruina un poco presenciar la existencia de personas muy atractivas en vivo y a todo color, más cuando esas personas se dirigen hacia mí, estoy tan abrumado por su presencia, que encuentro prácticamente imposible mirar a esas personas directamente a los ojos.
5. CUANDO ESTOY MUY ENOJADO O MOLESTO CONTIGO: La ira es tan fuerte que siento que se va a desbordar, por lo que me es prácticamente imposible mirarte a los ojos, estoy tan enojado que siento que mirarte a los ojos me va a hacer explotar y decir cosas de las cuales me arrepentiré después, el mirarte a los ojos cuando estoy enojado o molesto es el equivalente a accionar el gatillo de una pistola, las balas salen en forma de palabras hirientes que se incrustan como filamentos, el control de mi cuerpo se pierde y aunque no soy físicamente violento, puedo llegar a serlo cuando se me obliga a mirar a los ojos bajo esa situación, es el equivalente a dejar salir el monstruo dentro de mí y esa parte no es nada pero nada agradable, luego me termino arrepintiendo y la culpa me invade, pues no me gusta lastimar a los demás, inclusive cuando los demás me lastimen a mí.
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