martes, 14 de noviembre de 2017

¿Qué son los burnouts? “Regresión” autista Agotamiento y estrés

¿Qué son los burnouts? “Regresión” autista Agotamiento y estrés

Fotografía por Natalia Figueredo

¿Qué significa burnout? ¿Cómo afecta?

Si traducimos la palabra burnout, significa “agotamiento, consumirse, apagarse”. En el caso del autismo, esto significa la pérdida de la capacidad de hacer cosas que antes podías hacer con normalidad. En palabras de personas con autismo, se trata de “la pérdida de la capacidad de fingir que no eres autista, por lo que da la sensación de que tus rasgos autistas se exageran.”
Se utiliza la palabra “regresión” porque visto desde fuera parece como si se hubiera vuelto a una etapa anterior en la vida. Se trata de una fatiga emocional, un agotamiento mental que va relacionado con los síntomas prolongados de estrés, ansiedad o depresión. Las personas con autismo suelen cargar con un estrés emocional provocado por el contexto, por lo que el mundo neurotípico espera de ellos. A veces, este estrés emocional acumulado necesita una via de escape, y cuando se llega a ese límite, ocurren los burnouts.
El burnout aparece cuando la persona se colapsa. Cuando la persona con autismo intenta  (porque no tiene otro remedio) encajar y adaptarse a las reglas establecidas por los neurotípicos. Eso se traduce en vivir el día a día de una forma que el cuerpo no puede aguantar.  Las tareas que para nosotros pueden ser de lo más normales pueden ser para ellos agotadoras, porque requieren de un sobreesfuerzo. Ir a comprar el pan, interactuar con el resto, etc.
Estas regresiones pueden ser temporales, pueden durar meses, años o ser permanentes. El mundo exige normalidad a las personas con autismo, y en ese empeño en que sean “como el resto” les provoca un estrés y fatiga que acaba desencadenando en una exclusión mayor. Para evitar estas regresiones hay puntos clave que debemos tener en cuenta:

CÓMO EVITAR LOS BURNOUTS

  • Dedicar tiempo a sus pasiones. Ayuda a regular las emociones y el estrés.
  • Descansar cuando sea necesario, no tratar de seguir siempre el ritmo para sentirse “aceptado”, ir al ritmo que el cuerpo marque.
  • No reprimir las estereotipias: Intentar “eliminar” las estereotipias significa eliminar una válvula de escape. Debemos ser el resto el que las aceptemos y no señalemos como algo a cambiar o mejorar.
  • Evitar acudir a miles de terapias. Las terapias deben ser enfocadas a como superar o abordar el día a día. Evitar las que están enfocadas en cambiar la persona, y escoger aquellas que dan herramientas e ideas.
  • Ser consciente de que el mundo neurotípico es hostil (se esperan ciertas conductas sociales, las llamadas reglas no escritas) y no sobreexigirse.
Estos son algunos consejos que pueden ayudar a las personas con autismo a evitar los burnouts. Sin embargo, no siempre es posible evitarlos, ya que no tenemos el poder de cambiar el entorno.
Ciertamente el trabajo muchas veces está más en el resto que no en la persona con autismo. Falta educar y concienciar. Entender que cada persona es distinta y que muchas veces lo que queremos hacer es satisfacer a las personas neurotípicas en vez de ayudar a las personas con autismo. ¿Hasta qué punto, por ejemplo, no queremos eliminar las estereotipias porque nos molestan al resto? Quizás es necesaria una reflexión por nuestra parte.

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